Un muchacho muere de una cardiopatía congénita. Nadie lo asesina, no hay mala praxis ni hecho alguno que lo haga "noticia". Un nene se cae del inodoro en donde estaba parado mientras jugaba, el sanitario se rompe y un pedazo de loza le corta el cuello. El chico muere. Un empresario es asaltado en su casa, a otro lo balean, a otro lo acuchillan; en el medio aparecen informes sobre anorexia, sobre el nuevo nabo que se saca fotos y las pone en un fotolog y como para amenizar, una rápida mirada para ver en que andan los senadores que deben tratar el traspaso de las AFJP al estado.
Así están los noticieros de la televisión abierta hoy en día. Mucha sangre, inseguridad y cualquier tema trágico que sirva para distraer y no meterse en cuestiones que puedan generarle algún entredicho con el poder de turno... (seguir leyendo)