lunes, agosto 01, 2005

LA CIUDAD DEL PECADO (SIN CITY): Pecado no verla

Una atmósfera densa, húmeda, se instala sobre Basin City sin abandonarla nunca. Apenas hay color en el cabello, los ojos, el vestido de una mujer. En sus callejones, como reza un personaje obscuro al inicio, puede encontrarse cualquier cosa. Almas atormentadas, policías honestos y desafortunados, asesinos maniáticos, mujeres engañosamente frágiles por las cuales vale la pena matar o morir…
Esta es el alma de la creación de Frank Miller, que fue un rotundo éxito en su género, el cómic, mediante el rescate de lo mejor del policial negro.
El film, dirigido por Robert Rodríguez y co-dirigido por el propio Miller, también cuenta con aportes de Quentin Tarantino. Si a esto se suma un cast poderoso y convincente que se juega a fondo por la propuesta, tenemos como resultado un producto elaborado que ha suscitado las más variadas críticas en los lugares donde se estrenó hasta el momento.
Tal vez ese irreprimible condicionamiento que la crítica (del público y de la especializada) significa para quienes distribuyen este tipo de films, hizo que no podamos disfrutar de esta película en Argentina un poco antes. Tal vez. El hecho es que su estreno se postergó lo suficiente para generar una cierta expectativa, y que estrenen Sin City justo después de las vacaciones, parece una suerte de ironía maliciosa: salen los niños, entran los jóvenes.
El film es duro, ágil, implacable. Los diálogos, los escenarios, los climas han sido respetados como nunca antes, desde que comenzó esta fiebre de Hollywood por adaptar cómics al cine. Salvando las distinciones conceptuales y alguna que otra omisión, podría decirse que Rodríguez y Miller han recreado Sin City con la mayor fidelidad.
Se trata de una ciudad nocturna, donde los protagonistas son personajes sórdidos y violentos… marginales en el peor sentido de la palabra; ningún inocente puede exponerse sin ser mancillado, no hay redención posible.
Marv (Mickey Rourke), outlaw irredimible y sanguíneo, busca implacable al asesino de la única mujer que se le entregó sin pedir nada a cambio. Hartigan (Bruce Willis), raro ejemplar de policía honesto, paga con ocho años de su vida y la deshonra perpetua por haber salvado a una niña de las manos del perverso hijo de un senador. Dwight (Clive Owen) hará cualquier cosa para salvar a las prostitutas de Pueblo Viejo del exterminio, como un Lancelot moderno y desencantado que encuentra en las mujeres su único Norte.
Las historias no son lineales ni azarosas; todas se cruzan prolijamente en algún punto. Detrás, la sombra del poder corrupto y omnipresente de la iglesia, los políticos locales, la policía. Subyacentes, los conflictos étnicos y morales de cualquier sociedad occidental contemporánea, donde la venganza y la justicia son una y la misma cosa.
Los diálogos suenan impostados. No parece que estuviéramos frente a una película, sino pasando viñeta tras viñeta de una revista pulp. O releyendo "El largo adiós" de Raymond Chandler, tal vez algún pasaje de "Cosecha Roja", de Dashiell Hammet.
Esto es el género policial negro en su más alta expresión, y una película como Sin City entra a la historia del cine por la puerta grande. Violenta, desgarradoramente; sin pedir permiso.
Nuestra calificación: Este film justifica el 100 % del valor de una entrada.
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LA CIUDAD DEL PECADO (SIN CITY)- Bruce Willis, Mickey Rourke, Benicio del Toro, Jessica Alba, Clive Owen. Solo para mayores de 18 años. Duración: 124 minutos. Estreno en Ciudad de Buenos Aires: 04 de Agosto de 2005.