Tim Burton vuelve a las raíces del entretenimiento que lo hizo memorable, con un producto de exquisita factura que no sólo demuestra su vigencia, sino cuán lejos es posible llegar todavía dentro de un género como el stop-motion.
Producida y rodada casi en simultáneo con su producción de estreno más reciente, "Charlie y la Fábrica de Chocolate", esta película que apenas supera el medio-metraje revela al Burton que se hizo de una verdadera legión de seguidores a pulso, por obra y gracia de un simpático anti-héroe llamado Jack
Victor (con la voz de Johnny Depp en la versión original) también es en cierto modo un antihéroe. Hijo de un comerciante de pescado, nuevo-rico y arribista, va a casarse muy pronto con la hija de un par de aristócratas venidos a menos. Nunca se vieron antes, pero desde el primer encuentro queda claro que pueden llegar a llevarse bien... Eso, si Victor no mete la pata antes.
Echado del ensayo de la ceremonia por el pastor (Christopher Lee, quién más), Victor llega al bosque y trata de practicar los votos usando como escenografía los troncos de los árboles a su alrededor. Pero incluso esto le sale mal... ya que termina desposando accidental e insólitamente, al cadáver de una novia que estaba enterrada en ese mismo lugar.
Construida en torno a guiños simples e inteligentes, que el público puede interpretar o disfrutar a elección, esta película se disfruta ampliamente cuanto más nos alejamos de la niñez. Hay algo de morbo "naïf" en las imágenes, la música, las situaciones que tienen lugar entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Un encanto aterrador y fatalista flota a lo largo de la historia de Emily, esa novia a la que mataron la noche misma en que iba a fugarse con su amor.
Habrá lugar para una cierta moraleja, pero es innegable que la moralidad está fuera de cuestión en este atractivo "cuento terrorífico-de hadas". Las voces de los actores, sus inflexiones, sus tonos, logran algo bien difícil en la industria de la animación, use la técnica que use: credibilidad. Cuesta recordar de a ratos, que detrás de estos prodigiosos muñecos hay personas de carne y hueso; que las voces les son prestadas.
Para abreviar, el último film de Tim Burton es disfrutable cien por cien, aunque más no sea por sus méritos técnicos (que son muchos) y ofrece de yapa una historia sencilla, romántica aunque no cursi, que cierra en un círculo perfecto. ¿Lo ideal? verla subtitulada y sin niños. ¿Lo peor? Que deja esa sensación de haber terminado tan rápido...
Nuestra calificación: Esta película justifica el 90 % del valor de una entrada.
Producida y rodada casi en simultáneo con su producción de estreno más reciente, "Charlie y la Fábrica de Chocolate", esta película que apenas supera el medio-metraje revela al Burton que se hizo de una verdadera legión de seguidores a pulso, por obra y gracia de un simpático anti-héroe llamado Jack
Victor (con la voz de Johnny Depp en la versión original) también es en cierto modo un antihéroe. Hijo de un comerciante de pescado, nuevo-rico y arribista, va a casarse muy pronto con la hija de un par de aristócratas venidos a menos. Nunca se vieron antes, pero desde el primer encuentro queda claro que pueden llegar a llevarse bien... Eso, si Victor no mete la pata antes.
Echado del ensayo de la ceremonia por el pastor (Christopher Lee, quién más), Victor llega al bosque y trata de practicar los votos usando como escenografía los troncos de los árboles a su alrededor. Pero incluso esto le sale mal... ya que termina desposando accidental e insólitamente, al cadáver de una novia que estaba enterrada en ese mismo lugar.
Construida en torno a guiños simples e inteligentes, que el público puede interpretar o disfrutar a elección, esta película se disfruta ampliamente cuanto más nos alejamos de la niñez. Hay algo de morbo "naïf" en las imágenes, la música, las situaciones que tienen lugar entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Un encanto aterrador y fatalista flota a lo largo de la historia de Emily, esa novia a la que mataron la noche misma en que iba a fugarse con su amor.
Habrá lugar para una cierta moraleja, pero es innegable que la moralidad está fuera de cuestión en este atractivo "cuento terrorífico-de hadas". Las voces de los actores, sus inflexiones, sus tonos, logran algo bien difícil en la industria de la animación, use la técnica que use: credibilidad. Cuesta recordar de a ratos, que detrás de estos prodigiosos muñecos hay personas de carne y hueso; que las voces les son prestadas.
Para abreviar, el último film de Tim Burton es disfrutable cien por cien, aunque más no sea por sus méritos técnicos (que son muchos) y ofrece de yapa una historia sencilla, romántica aunque no cursi, que cierra en un círculo perfecto. ¿Lo ideal? verla subtitulada y sin niños. ¿Lo peor? Que deja esa sensación de haber terminado tan rápido...
Nuestra calificación: Esta película justifica el 90 % del valor de una entrada.
EL CÁDAVER DE LA NOVIA (Corpse bride) - Con Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Emily Watson y Christopher Lee (Se presentan 18 copias subtituladas y 22 dobladas al castellano, las cuales no recomendamos) - Guión de John August, Caroline Thompson, Pamela Pettler - Producida por Allison Abbate y Tim Burton - Dirigida por Mike Jonson y Tim Burton - 77 minutos - Apta para todo público - Estreno en la ciudad de Buenos Aires: 13 de octubre.