Con una impecable factura técnica y una historia que esconde más de lo que muestra, el realizador Fabián Bielinsky se acerca más al cine de autor que a la media de la producción nacional.
Mientras alguna corriente de "nuevos realizadores" apuestan a la mirada autoanalizante, casi intimista, el guionista y director que supo ofrecernos "Nueve Reinas" cuando el panorama local parecía falto de ideas, regresa para mostrar su última creación.
"El Aura", definición médica del instante que precede al ataque de epilepsia, anticipa de qué viene la mano con Esteban, taxidermista parco e introvertido (Ricardo Darín, impecable en el que podría ser un papel bisagra en su carrera). A Esteban le gusta encerrarse a trabajar obsesivamente mientras escucha Vivaldi e ignora a su mujer. Mientras trabaja, conspira. Es un apasionado esteta del crimen perfecto.
Acepta la invitación de otro taxidermista y viajan juntos al sur en una excursión de caza que termina mal. No podía ser de otra manera, ya que al rechazo de Esteban a matar un animal se suman una franqueza directa y dolorosa. El amigo se ofende y se va, dejándolo solo en las cabañas de un cazador de la zona, Carlos Dietrich, junto a la joven co-propietaria, Diana (Dolores Fonzi) y el hermano de ésta, Julio (Nahuel Pérez Biscayart).
Esa misma noche, dos desconocidos llegan a buscar a Dietrich, que se demora inexplicablemente. Se traen un asunto entre manos que Diana no comprende y su hermano se niega a explicar. Esteban pasa de turista ocasional a partícipe accidental, y mientras lidia con su epilepsia comienza a desenredar la trama de un golpe perfecto…
Ambientada parte en los áridos paisajes del sur y parte en los bosques de Cariló-Pinamar, la película se toma su tiempo para instalar un clima que no decae. El ritmo es absolutamente pausado y personal. Las tomas son detalladas y las escenas continuas, casi sin cortes.
La música y el sonido ambiente ofrecen un adecuado marco a este relato en azul tenue, donde incluso la luz incide de formas distintas, dependiendo del ámbito de la narración o bien del personaje que entra en cuadro. Las transiciones entre escenas son impecables, aunque a medida que pasan los minutos, se empieza a sentir el agobio de tantos planos largos.
Pocas palabras, muchas preguntas y las resoluciones casi siempre abiertas a la interpretación del espectador constituyen en esta película el sello Bielinsky. Sería un error interpretar este film en relación a "Nueve Reinas" o pretender analizarlo desde el mismo lugar. Son dos productos bien diferenciados, con un sello de autor inconfundible... y apenas eso.
El Aura no necesita ganar premios para demostrar la calidad de su realización. Las actuaciones están en todo momento a la altura de un guión exigente, si bien los diálogos por momentos suenan un poco forzados, casi incómodos. Sea que la acompañe la taquilla o no, estamos frente a un film para destacar entre los (muchos) estrenos locales de los últimos tiempos.
Nuestra critica: Esta película justifica el 80% del valor de una entrada.
Mientras alguna corriente de "nuevos realizadores" apuestan a la mirada autoanalizante, casi intimista, el guionista y director que supo ofrecernos "Nueve Reinas" cuando el panorama local parecía falto de ideas, regresa para mostrar su última creación.
"El Aura", definición médica del instante que precede al ataque de epilepsia, anticipa de qué viene la mano con Esteban, taxidermista parco e introvertido (Ricardo Darín, impecable en el que podría ser un papel bisagra en su carrera). A Esteban le gusta encerrarse a trabajar obsesivamente mientras escucha Vivaldi e ignora a su mujer. Mientras trabaja, conspira. Es un apasionado esteta del crimen perfecto.
Acepta la invitación de otro taxidermista y viajan juntos al sur en una excursión de caza que termina mal. No podía ser de otra manera, ya que al rechazo de Esteban a matar un animal se suman una franqueza directa y dolorosa. El amigo se ofende y se va, dejándolo solo en las cabañas de un cazador de la zona, Carlos Dietrich, junto a la joven co-propietaria, Diana (Dolores Fonzi) y el hermano de ésta, Julio (Nahuel Pérez Biscayart).
Esa misma noche, dos desconocidos llegan a buscar a Dietrich, que se demora inexplicablemente. Se traen un asunto entre manos que Diana no comprende y su hermano se niega a explicar. Esteban pasa de turista ocasional a partícipe accidental, y mientras lidia con su epilepsia comienza a desenredar la trama de un golpe perfecto…
Ambientada parte en los áridos paisajes del sur y parte en los bosques de Cariló-Pinamar, la película se toma su tiempo para instalar un clima que no decae. El ritmo es absolutamente pausado y personal. Las tomas son detalladas y las escenas continuas, casi sin cortes.
La música y el sonido ambiente ofrecen un adecuado marco a este relato en azul tenue, donde incluso la luz incide de formas distintas, dependiendo del ámbito de la narración o bien del personaje que entra en cuadro. Las transiciones entre escenas son impecables, aunque a medida que pasan los minutos, se empieza a sentir el agobio de tantos planos largos.
Pocas palabras, muchas preguntas y las resoluciones casi siempre abiertas a la interpretación del espectador constituyen en esta película el sello Bielinsky. Sería un error interpretar este film en relación a "Nueve Reinas" o pretender analizarlo desde el mismo lugar. Son dos productos bien diferenciados, con un sello de autor inconfundible... y apenas eso.
El Aura no necesita ganar premios para demostrar la calidad de su realización. Las actuaciones están en todo momento a la altura de un guión exigente, si bien los diálogos por momentos suenan un poco forzados, casi incómodos. Sea que la acompañe la taquilla o no, estamos frente a un film para destacar entre los (muchos) estrenos locales de los últimos tiempos.
Nuestra critica: Esta película justifica el 80% del valor de una entrada.
EL AURA – 135 minutos – Apta para mayores de 13 años. Estreno en la ciudad de Buenos Aires: 15 de septiembre