Si decimos que Old Boy es una típica película oriental, algunos recordarán los últimos films coreanos que alcanzaron nuestras salas y se imaginaran un drama lento con hermosos paisajes. Otros, pensarán en las superproducciones de artes marciales, ya sean épicas o modernas, con simbolismos demasiado enigmáticos. Y también estarán los que suspirarán pensando en una nueva niña de pelo grasiento tratando de asustarnos desde las sombras. Claro que Old Boy no podría ser todo esto junto al mismo tiempo y sin embargo, en cierta forma, lo es.
La película narra la historia de Oh Dae-su, quien tras haber sufrido el asesinato de su familia es secuestrado y encerrado, sin motivo aparente, en una habitación tipo hotel con un televisor como única ventana al mundo durante 15 años. Repentinamente es liberado y sin una vida a la que regresar, solo un llamado telefónico anónimo le da un motivo para vivir. Un extraño lo está desafiando a descubrir el motivo de su largo encarcelamiento.
Con esta base de suspenso encapsulada en una historia de venganza, la película explora todos los rincones típicos posibles del cine oriental con muy buenos resultados, desde los estáticos planos climáticos y la calma hasta las peleas grupales de artes marciales y los traumas psicológicos, pero siempre con el punto fuerte puesto en la intriga que atrapa durante toda la película, y lleva al espectador poco a poco por los laberintos de la historia sin necesidad de recurrir a grandilocuentes monólogos ni retorcidos vericuetos de la trama que lo dejen a uno con el cejo fruncido.
Old Boy no es una película fácil de recomendar y hasta incluso tal vez de ver. No solo es una película coreana con todo lo que eso puedo implicar, es un film crudo y profundo que explora los límites del ser humano quizás en una de las situaciones más extremas que puede vivir una persona, la sed de venganza, la necesidad de cerrar una capítulo para seguir adelante. Y lo hace llevando al protagonista de un extremo a otro de sus emociones y convicciones, y junto con él al espectador. Pero hay que armarse de valor y no perdérsela.
Nuestra calificación: Este film justifica el 80 % del valor de una entrada.
La película narra la historia de Oh Dae-su, quien tras haber sufrido el asesinato de su familia es secuestrado y encerrado, sin motivo aparente, en una habitación tipo hotel con un televisor como única ventana al mundo durante 15 años. Repentinamente es liberado y sin una vida a la que regresar, solo un llamado telefónico anónimo le da un motivo para vivir. Un extraño lo está desafiando a descubrir el motivo de su largo encarcelamiento.
Con esta base de suspenso encapsulada en una historia de venganza, la película explora todos los rincones típicos posibles del cine oriental con muy buenos resultados, desde los estáticos planos climáticos y la calma hasta las peleas grupales de artes marciales y los traumas psicológicos, pero siempre con el punto fuerte puesto en la intriga que atrapa durante toda la película, y lleva al espectador poco a poco por los laberintos de la historia sin necesidad de recurrir a grandilocuentes monólogos ni retorcidos vericuetos de la trama que lo dejen a uno con el cejo fruncido.
Old Boy no es una película fácil de recomendar y hasta incluso tal vez de ver. No solo es una película coreana con todo lo que eso puedo implicar, es un film crudo y profundo que explora los límites del ser humano quizás en una de las situaciones más extremas que puede vivir una persona, la sed de venganza, la necesidad de cerrar una capítulo para seguir adelante. Y lo hace llevando al protagonista de un extremo a otro de sus emociones y convicciones, y junto con él al espectador. Pero hay que armarse de valor y no perdérsela.
Nuestra calificación: Este film justifica el 80 % del valor de una entrada.
OLD BOY - Con Min-Sik Choi, Ji-tae Yoo, Hea- Jung Kang - Guión de Jo-Yun Hwang, Jun-Hyung Lim y Chan-Wook Park - Producida por Dong Ju Kim - Dirigida por Chan-Wook Park - 118 minutos – Apta para mayores de 18 años - Estreno en la ciudad de Buenos Aires: 10 de noviembre